Durante los últimos dos años de forma más destacada se ha dialogado y escrito sobre el concepto y las posibilidades de INNOVAR. También en el sector turístico, y especialmente, entre las empresas mayoristas y minoristas de viajes; si bien creo que son éstas últimas las que mayor espacio o recorrido tienen para la innovación, dado su contacto directo con el cliente viajero y por contar con un rol más adaptable a la nueva innovación que deberá venir de la mano de otros dos conceptos: creatividad y colaboración; sobre los que contruir el tipo de innovación produnda y necesaria para acometer la situación actual y el reto de los próximos años.
Esto es, advertimos que en el mundo emergente de la innovación creativa que llega de los consumidores y usuarios, de nuevo es el cliente el que nos está queriendo decir qué tipo de innovación en los servicios y los productos es la que desea. También en viajes.
De tal forma que si analizamos nuestro entorno (hipercomunicado) es fácil observar un tipo de innovación (nueva) basada en la colaboración y que está relegando a otras formas más arcaicas. Creo que la postura tradicional que relaciona CREATIVIDAD con gente especial en lugar especiales promoviendo ideas-productos o servicios especiales para el consumidor, está siendo relegada por una nueva visión de la creatividad como un fenómeno altamente colaborativo y de una importante interactividad; circunstancia que sucede ahora más que nunca, porque ahora las nuevas ideas vienen de los consumidores (Internet), no de los productores de ideas, proyectos o servicios.
Y en la cocina de las agencias de viajes, es innegable la creciente demanda de viajes a la medida o únicos, lo que nos permite concluir que crecen los clientes-viajeros que nos están diciendo qué quieren comprarnos, qué tipo de asesoramiento necesitan, y cuál es el uso que pretenden hacer de nuestras empresas y de la tecnología que les facilitamos. Luego si admitimos esta (nueva situación) parece que nuestros clientes serán más importantes que lo han sido en ningún otro momento, porque ellos serán la fuente más importante de las innovaciones que debamos afrontar en las agencias de viajes minoristas. Considero que esta es una forma, no solo de reforzar el éxito del pasado, sino de complementarlo con nuevos mercado emergentes desde la colaboración con nuestros clientes actuales y potenciales. (Continuará)
Si hubiera algún lector, mi agradecimiento por su tiempo.
VALE. David Cáceres.
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