miércoles, 26 de agosto de 2009

Apuntes vacacionales y no. Escribir y escribir en calidad de Digerati

Escribo desde que acumulo recuerdos, quizá desde los seis años. Y siempre he tenido la conciencia y la necesidad de hacerlo, aunque nunca han existido razones determinantes u obligaciones expresas. Soy feliz mientras escribo. Durante la adolescencia y la primera juventud prefería escribir a leer, cuando hoy me sucede lo contrario. Si bien, una actitud se ha mantenido en el tiempo: escribo cuando tengo cosas que contar y no directamente a quién o la oportunidad.
Con los años llegaron los primeras publicaciones y colaboraciones poéticas en revistas y cuadernillos, los libros de poesía y los poemas en prosa, la invitación a lecturas en múltiples foros y provincias del Sur, las antologías y las reseñas en los suplementos literarios, todo en el lánguido mundo de la literatura de minorías. Y también con los últimos veinte años, mi crecimiento profesional en el sector turístico, y más reciente, la incorporación a la denominada blogosfera donde escribo en calidad de digerati* (no me agrada el término ‘bloguero’), una intención antigua en mí, pero que no he puesto en marcha hasta hace un par de meses, con mi actitud natural de escribir y reflexionar, y, la aptitud profesional que confío haber logrado.

Nunca he creído demasiado en la denominada “democracia de la opinión”, ya que aun respetando que todos las tengamos –como es lógico– sobre cualquier acontecimiento, prefiero los filtros de la calidad, la experiencia, la formación, etcétera, para leer o escuchar a las personas, lo contrario resulta absurdo y una pérdida de tiempo a favor de la confusión. Pero sí creo que los blogs profesionales, si aspiran a la rigurosidad y a la transparencia, son una herramienta muy eficaz para el intercambio, para quienes entendemos que estimular las experiencias facilita la participación activa en nuestro entorno profesional, en mi caso, el turismo. Esta es la razón principal de que considere que con este blog contribuyo a la imagen de mi empresa, a mi deseo de intercambiar ideas sobre el sector, y, con el reto por delante de generar contenidos propios.


En Internet todo es excesivo. Estos días leí en un periódico (en su versión de papel) que, actualmente en el mundo, se calcula existen unos 100 millones de blogs, y millones de ellos tienen un carácter profesional; luego es probable que se esté generando una inteligencia colectiva o una sabiduría de grupo profesional desde aportaciones modestas como las que yo escribo en este rincón minúsculo de la Red; una sabiduría de conjunto que seguramente tiene una utilidad, la cual bastaría con encontrarla y analizarla.

Hace muchos años, hacia 1990, desde la delegación comercial de Iberojet en Andalucía Oriental, y la destacada motivación de Nano Fernández como delegado, promovió la puesta en marcha de Punto de Encuentro: una cita informal en un pub de Torremolinos (frente al mítico Hotel Pez Espada), una vez por semana, de directivos y agentes de agencias minoristas, mayoristas y receptivos de la Costa del Sol. En muchas oportunidades la cita reunía a centenares de profesionales, contribuyendo cada uno a la imagen de sus respectivas empresas, el intercambio de ideas y experiencias profesionales. El encuentro se celebró con gran éxito durante casi una década. Entonces Internet aunque ya había sido inventado, no existía ni era excesivo. En plena crisis del año noventa y dos, mi pareja y yo encontramos un nuevo trabajo gracias a aquel Punto de Encuentro. Luego tenía una utilidad profesional aunque el medio fuese un pub. Hace poco leí un artículo de M. Cornfield de la Universidad G. Washington en el que describía los blogs como “mitad laboratorio forense y mitad taberna”.

Si hubiera algún lector, mi agradecimiento por su tiempo.
VALE. David Cáceres

Notas:
(*) Digerati, término acuñado en 1992 por T. Rice, editor del New York Times, para referirse a las personas que se expresan como individuos a través de la tecnología digital.

En la fotografía del título aparace Bill Gates con sólo 13 años de edad (1968) junto a Paul Allen, uno de los fundadores de Microsoft. En el siguiente
enlace se pueden ver algunas fotos más, en su mayoría relacionadas a la informática y a Microsoft.

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