Los meses de julio y agosto de 2008, emplé parte de mi tiempo de vacaciones a trabajar en el libro de Huete y Van Daalen: Ilusión y Beneficios, Cómo motivar para crear valor; y en otros complementarios tales como los que relaciono más abajo. Intuía que inmersos en la dificultades económicas del segundo semestre de 2008 y la previsión -ahora confirmada- para 2009, el mejor conocimiento de herramientas útiles para motivar a los empleados iban a jugar un papel fundamental para la travesía económica. Durante estas semanas, y tras la lectura y desarrollo de las ideas vertidas en estos libros, procuré la modelación de las mismas a nuestro sector de agencias de viajes, las cuales mostré durante una ponencia en nuestra Convención Ibérica que celebramos en Cascais en noviembre del pasado año.
Luis Huete abre este libro, y suele citar en los seminarios (gracias a la generosidad de mi empresa) y conferencias abiertas a las que he asistido, el proverbio chino (¿Confucio?): la receta de la felicidad consiste en tener alguien a quien querer, algo que esperar y algo que hacer; otorgando al trabajo un tercio en la importancia de nuestra felicidad. Y el proverbio ayuda a comprender todos los esfuerzos que las organizaciones deberíamos disponer para que una mayor ilusión en nuestros equipos genere beneficios adicionales a la organización, también económicos, especialmente si esta ilusión es transportada al cliente. En suma, potenciar ese valor del sector turístico en general de empresas orientadas a las personas, y que la actual coyuntura podría debilitar o alejar, justo cuando sería más necesario.
Las claves están en conocer adecuadamente los vínculos de los trabajadores con la empresa; definir nuestros elementos de la ilusión, disponer estrategias adecuadas que faciliten la incorporación de los factores que proporcionan valor a los empleados, y que, frente a una cultura solo de normas y resultados, se revisen los objetivos en función de un mejor conocimiento de la empresa, su estructura y sus experiencias. Una fórmula o planteamiento que ha permitido a numerosas agencias de Gea, (con casos que conozco de cerca, algunas de la cuales fueron expresamente invitadas a mostrar su experiencia durante la Convención), a refundar su modelo de negocio con un destacado empeño en asegurar que las voces de sus clientes y empleados sean escuchadas en cada decisión de su modelo empresarial, tal vez porque crisis es, sobre todo, alejarse de los clientes y los empleados.
En mi ponencia, y para mostrar los dos grados de ilusión posibles, utilicé los dos ejemplos siguientes. Pensemos en dos agentes de viajes, en el momento de una venta a los que se le pregunta qué está haciendo. Y el primero nos dice: "estoy consultando en Internet la disponibilidad hotelera en Cascais del 20 al 23 de noviembre"; y el otro agente responde: “Estoy trabajando para que mi cliente pueda disfrutar de una estancia con su familia en Cascais, una de las villas más hermosas de Europa, del 20 al 23 de noviembre”.
Pensemos también en dos empresarios de agencias de viaje, en el momento de realizar un análisis comparativo de los resultados de ventas de su empresa durante los meses del pasado verano, y a los que les preguntamos qué están haciendo. Y el primero dice: “Estoy consultando en mi programa de gestión el resultado de ventas del verano pasado”; y el otro empresario responde: “Estoy trabajando para conocer detalladamente cómo han sido los resultados de ventas del pasado verano, cuáles de mis vendedores han logrado completar ventas con más servicios adicionales incluidos, cuántos de mis clientes habituales han sido o no repetidores con respecto al verano anterior y cómo voy a acercarme a los que han dejado de comprarnos; cuáles han sido los productos más demandados y porqué; y, estoy trabajando para conocer qué decisiones deberé afrontar en los próximos meses para poder mejorar y avanzar en mi negocio”.
La diferencia de ilusión en el trabajo entre ambos agentes y empresarios hay claves sobre las que poder trabajar.
Si hubiera algún lector, mi agradecimiento por tu tiempo.
VALE. David Cáceres
Para saber más, bibliografía básica:
•LAZEAR, Jonathan. El hombre que confundió el trabajo con su vida. Ediciones B, Barcelona 2002.
•KAUFRMANN, A., y CUBEIRO, J.C., Coaching y Diversidad. LID, Barcelona 2008.
•MAISTER, D. Predicar con el ejemplo, Ciss, Valencia 2003.
•SENGE, P. La Quinta Disciplina: cómo impulsar el aprendizaje en la organización inteligente, Ediciones Granica, Barcelona, 1998.
•YHÉVENET, Maurice, El Placer de Trabajar, Ediciones Gestión 2000, Barcelona, 2003.
•TIERNO JIMÉNEZ Bernabé y TIERNO CENTELLA, Jesús. Valores en el Trabajo. La Esfera de Los Libros, 2002.
•WOUTER VAN DAALEN y LUIS HUETE. Cómo motivar para crear valor. LID, Barcelona, 2004.
Luis Huete abre este libro, y suele citar en los seminarios (gracias a la generosidad de mi empresa) y conferencias abiertas a las que he asistido, el proverbio chino (¿Confucio?): la receta de la felicidad consiste en tener alguien a quien querer, algo que esperar y algo que hacer; otorgando al trabajo un tercio en la importancia de nuestra felicidad. Y el proverbio ayuda a comprender todos los esfuerzos que las organizaciones deberíamos disponer para que una mayor ilusión en nuestros equipos genere beneficios adicionales a la organización, también económicos, especialmente si esta ilusión es transportada al cliente. En suma, potenciar ese valor del sector turístico en general de empresas orientadas a las personas, y que la actual coyuntura podría debilitar o alejar, justo cuando sería más necesario.
Las claves están en conocer adecuadamente los vínculos de los trabajadores con la empresa; definir nuestros elementos de la ilusión, disponer estrategias adecuadas que faciliten la incorporación de los factores que proporcionan valor a los empleados, y que, frente a una cultura solo de normas y resultados, se revisen los objetivos en función de un mejor conocimiento de la empresa, su estructura y sus experiencias. Una fórmula o planteamiento que ha permitido a numerosas agencias de Gea, (con casos que conozco de cerca, algunas de la cuales fueron expresamente invitadas a mostrar su experiencia durante la Convención), a refundar su modelo de negocio con un destacado empeño en asegurar que las voces de sus clientes y empleados sean escuchadas en cada decisión de su modelo empresarial, tal vez porque crisis es, sobre todo, alejarse de los clientes y los empleados.
En mi ponencia, y para mostrar los dos grados de ilusión posibles, utilicé los dos ejemplos siguientes. Pensemos en dos agentes de viajes, en el momento de una venta a los que se le pregunta qué está haciendo. Y el primero nos dice: "estoy consultando en Internet la disponibilidad hotelera en Cascais del 20 al 23 de noviembre"; y el otro agente responde: “Estoy trabajando para que mi cliente pueda disfrutar de una estancia con su familia en Cascais, una de las villas más hermosas de Europa, del 20 al 23 de noviembre”.
Pensemos también en dos empresarios de agencias de viaje, en el momento de realizar un análisis comparativo de los resultados de ventas de su empresa durante los meses del pasado verano, y a los que les preguntamos qué están haciendo. Y el primero dice: “Estoy consultando en mi programa de gestión el resultado de ventas del verano pasado”; y el otro empresario responde: “Estoy trabajando para conocer detalladamente cómo han sido los resultados de ventas del pasado verano, cuáles de mis vendedores han logrado completar ventas con más servicios adicionales incluidos, cuántos de mis clientes habituales han sido o no repetidores con respecto al verano anterior y cómo voy a acercarme a los que han dejado de comprarnos; cuáles han sido los productos más demandados y porqué; y, estoy trabajando para conocer qué decisiones deberé afrontar en los próximos meses para poder mejorar y avanzar en mi negocio”.
La diferencia de ilusión en el trabajo entre ambos agentes y empresarios hay claves sobre las que poder trabajar.
Si hubiera algún lector, mi agradecimiento por tu tiempo.
VALE. David Cáceres
Para saber más, bibliografía básica:
•LAZEAR, Jonathan. El hombre que confundió el trabajo con su vida. Ediciones B, Barcelona 2002.
•KAUFRMANN, A., y CUBEIRO, J.C., Coaching y Diversidad. LID, Barcelona 2008.
•MAISTER, D. Predicar con el ejemplo, Ciss, Valencia 2003.
•SENGE, P. La Quinta Disciplina: cómo impulsar el aprendizaje en la organización inteligente, Ediciones Granica, Barcelona, 1998.
•YHÉVENET, Maurice, El Placer de Trabajar, Ediciones Gestión 2000, Barcelona, 2003.
•TIERNO JIMÉNEZ Bernabé y TIERNO CENTELLA, Jesús. Valores en el Trabajo. La Esfera de Los Libros, 2002.
•WOUTER VAN DAALEN y LUIS HUETE. Cómo motivar para crear valor. LID, Barcelona, 2004.
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